

El packaging está ligado a las tendencias del momento. El packaging ya no es solo una pieza para envolver y conservar nuestro producto, cada vez más se está convirtiendo en una pieza de diseño, incluso de arte, para atraer la atención de los clientes.
Aunque no lo parezca, el packaging es un factor clave que influye en la toma de decisión de compra de un producto. Recientemente un estudio ha confirmado que el 81% de personas prueba un producto nuevo por su envase. Un 63% lo vuelve a comprar por el mismo motivo. Y el 72% afirma ser influenciado por el envase. Conclusión, el packaging es un elemento vital para atraer a compradores.
Está muy influenciado por las modas y las tendencias, en continuo cambio adaptándose a los nuevos gustos e intereses de la sociedad actual. Además, esta también se ve influenciada por los cambios sociales y culturales que se producen y como no, el COVID-19 ha supuesto un gran cambio en cuanto al diseño del packaging para este 2021.
Anteriormente a la pandemia, hubo un enorme crecimiento en cuanto a la concienciación social sobre el abuso de plásticos y el impacto que ocasiona en el medio ambiente, haciendo que los consumidores se preocupen más por comprar productos o materiales sostenibles. Sin embargo, la pandemia ha traído de vuelta el uso de plásticos como material para garantizar la seguridad e higiene de las personas.
Pero se prevé que para este 2021, los materiales sostenibles volverán a eclipsar al plástico y las personas se preocupan más por intentar dejar una menor huella en el medio ambiente y comprar productos con packs biodegradables y compostables.
Esta nueva tendencia se ha visto mucho en el sector de la hostelería y la restauración. Lo que se pretende con este tipo de packaging es que una vez usado el producto, el envase puede volver a ser usado por el mismo cliente u otro. Dándole más funcionalidades y aportando un valor añadido para el cliente.
Esta idea está basada en la economía circular, un concepto al que las empresas se están sumando más y más. La economía circular consiste en tratar de buscar utilidades a los residuos y desechos de la empresa, que convertirlos en nuevas inversiones para la empresa.
Es el packaging para llegar, coger y marchar. La crisis del coronavirus ha provocado que los consumidores ya no quieran pasar más del tiempo necesario en los establecimientos rodeados de otras personas, esperando en la cola. Simplemente quieren llegar, recoger su pedido y marchar, por eso es mejor un packaging sencillo y que sea cómodo para su transporte.
Esto es muy fácil de llevar a cabo usando tipografías legibles, códigos de fácil descifrado, etiquetado claro y breve y usar colores variados para llamar la atención de los clientes. Esto ayudará a los clientes a que no tengan que pensar mucho y puedan entrar, coger lo que necesitan y marchar.
Se podría decir que la cuarentena ha impulsado al e-commerce enormemente, siendo la mayor beneficiada en este aspecto. La conexión digital ha hecho que las personas estén más conectadas, no solo entre personas sino también entre empresa-cliente. Aquellas empresas que eran únicamente físicas ya se están abriendo paso al mercado electrónico.
Esto también ha afectado al packaging para el ecommerce, cuidando al detalle la experiencia del unboxing una vez recibas tu pedido en casa, tal vez una carta o tarjeta de presentación o un pequeño regalo para sorprender al cliente. Recientes datos han confirmado que al menos el 40% de los consumidores comparte en sus redes sociales un packaging que al llegar a su casa les ha sorprendido.
En cuanto al diseño en términos generales, se está poniendo en tendencia el uso de colores naturales y suaves para el packaging haciendo que el producto destaque sobre estos como usando tonos claros, pasteles o crema. Se está apostando por un concepto minimalista, que sea muy sencillo y nada recargado.
También se están aumentando el uso de las transparencias en el envase dejando entrever el producto en su interior. Esto permite al cliente ver la calidad del producto, sabiendo que es lo que va a comprar, aumentando la confianza en la marca y dejando claro que la marca no está tratando de engañar a los clientes.
Además, en el mundo del diseño está muy de moda el ‘flat design’ o diseño plano para crear ilustraciones en los envases. Son ilustraciones que siguen conservando ese aspecto minimalista y sencillo que ya mencionamos anteriormente, por lo que son un gran acierto. Sobre todo en estrategias de storytelling, son una buena forma de comunicar y presentar un producto, una marca o su historia y su filosofía, generando un impacto emocional.