
- febrero 10, 2022
Verdades y mentiras sobre las retículas de los logos
A la hora de analizar trabajos de branding, el tema de las retículas siempre ha causado cierta controversia. Muchos diseñadores señalan (con razón) que muchas retículas se crean por puro ‘postureo’, y lo cierto es que a veces es así, pero otras veces estas guías resultan especialmente útiles. Para intentar aclarar un poco el asunto, he querido desglosar algunas verdades y mentiras al respecto:
1. No es obligatorio crear una retícula para diseñar un logo, pero en muchos casos ayuda
No todos los logos han sido diseñados con retículas, ni mucho menos. La retícula era especialmente necesaria cuando no existían los ordenadores, pero hoy en día disponemos de herramientas digitales que nos facilitan la creación de elementos proporcionados sin necesidad de trazar una retícula real previamente. Digamos que si quieres diseñar tres rectángulos iguales y espaciarlos con una distancia exactamente similar entre ellos, puedes hacerlo con las herramientas de Illustrator, sin necesidad de trazar una retícula. Esto aplicaría a muchas de las decisiones que se toman durante el diseño de un logo.

Las retículas eran especialmente útiles en la era pre-digital
Pero sí es cierto que la retícula nos puede ayudar a trabajar, sobre todo en una fase posterior al bocetado. Después de dibujar, bosquejar, sentirnos libres con el lápiz o con el ratón, podemos dar con una serie de direcciones concretas que nos resultan interesantes, y podemos intentar estructurarlas posteriormente sobre una retícula. Esto nos puede ayudar a alinear elementos, disponerlos de forma armónica, buscar simetrías, igualar grosores…
En el caso de la ciudad de Amsterdam, por ejemplo, es especialmente útil para simplemente pautar separaciones entre elementos y variaciones de tamaño.
2. Una retícula no tiene que ser compleja
Es importante entender que no hay una sola forma de hacer una retícula. Retícula es cualquier estructura básica que te ayude a disponer elementos de un diseño, y esta retícula puede ser tan sencilla como tú consideres.
Algunos diseñadores tienden a buscar retículas excesivamente complejas, pensando que así les será más fácil buscar armonía entre los elementos, pero hay veces que sólo necesitamos unas guías muy básicas, algunos recuadros o algunos ángulos y poco más. El caso de Slack muestra cómo solo se necesitaba una retícula básica para asegurar la geometría de los elementos.


3. Sí, muchísimas retículas se añaden al final para impresionar al cliente o para explicar aspectos del diseño
Lo que está claro es que muchísimos diseñadores añaden la retícula al finalizar para dar una imagen de meticulosidad de cara al cliente o a los lectores de blogs como este, cuando realmente no han necesitado estas guías durante el proceso de diseño. Esto no es necesariamente malo, pero puede resultar ridículo si se percibe demasiado impostada, como en el caso siguiente.


Por otro lado, debemos entender que muchas retículas se crean exclusivamente para explicar un diseño, no para crearlo. Si vemos el ejemplo siguiente, veremos que lo que se trata de mostrar es simplemente el hecho de que el círculo ha sido importante en la creación de todos los elementos del diseño, pero no quiere decir que partiesen de una retícula con círculos para trazar encima el diseño. De hecho cada círculo tiene un tamaño diferente.



4. Sí, muchas retículas se sobre-racionalizan
Personalmente, creo que es comprensible que en sus presentaciones o casos de estudio un diseñador quiera dar una imagen de minuciosidad y maestría, pero sobrepasarse resulta ridículo. Nadie trabaja sobre tantos patrones geométricos. El caso de Yahoo fue bastante sonado ya que intentaban argumentar numerosos detalles sobre un logo que no era demasiado complejo ni precisaba de tantas explicaciones.
5. Pero la retícula no siempre es necesaria
Pero como decía al principio, no es necesario trabajar sobre una retícula. El mejor ejemplo lo encontramos en las marcas basadas en trazos artísticos, formas orgánicas, ilustraciones, efectos visuales, o desórdenes intencionados. Ninguna retícula dirige el diseño en estos casos. Sí que se podrían establecer retículas básicas para estructurar la parte tipográfica, para marcar el área de respeto o para pautar la separación del texto y el símbolo.


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